MUSICALERÍAS. NOCHE DE BAILABLES EN TUÉJAR

Fecha de publicación: Oct 01, 2013 8:40:12 AM

--Artículo de Serafín Martínez Marz publicado en la web de las Alcublas--

MUSICALERIAS. NOCHE DE BAILABLES EN TUÉJAR

9 de Agosto del 2013 en el frontón municipal de Tuéjar.

Cuando aparezco por el pueblo (Tuéjar), comenzamos a planificar y ver todo aquello que podemos ir realizando durante el próximo curso académico, pero me doy cuenta que tienen mucho interés en contarme lo que es la noche de los bailables. Para ellos (los músicos), es una noche especial, les encanta y disfrutan con esa música, lo viven, es algo más que un concierto. Lo comento ahora que ya llevo dos noches de bailables junto a ellos.

Se preocupan por todo, desde elegir el repertorio, que no falte de nada en el local, para ello ya desde primeras horas de la mañana, se juntan para ir llevando todo el material, sillas, mesas, neveras, bebida, atriles, instrumental y la salida al monte a recoger las hierbas aromáticas para esparcirlas por todo el recinto del frontón.

Por descontado que las encargadas en la decoración y vestuario, no paran de darle vueltas al tema, intentando realizar alguna novedad respecto al año anterior. Así como toda la junta no para de hacer viajes con todo aquello que les van diciendo hace falta para que el evento sea todo un éxito. Que si el hielo, manteles, vasos, frutos secos, vamos, que se lo curran un montón todos.

Tengo que decir que cuando tú ves todo aquello, al final también te ilusionas y lo vives como uno más de ellos, queriendo contribuir a que la parte musical salga lo más digna posible. El día anterior me acompañó al ensayo un paisano y amigo que sabía y había escuchado más de esa música que yo. Durante el viaje me comentaba como eran las actuaciones de las orquestas de Xavier Cugat, la manera y forma de interpretar la música de Ernesto Lecuona, cómo había sabido mezclar la música Afrocubana, pero sobre todo la Latinoamericana, también me decía que los Mambos del cubano Pérez Prado no los había superado nadie, con esa manera tan peculiar de interpretarlos. Solamente deciros que fue tanto el éxito de esta música, que el compositor Pérez Prado de tanto que componía ya no les ponía ni título, de ahí el Mambo nº 5, Mambo nº 8 y otros muchos que se quedan en el tintero.

Mi compañero de viaje escuchó el ensayo, por cortesía lo presenté a los músicos diciéndoles que era un entendido en esa música, la verdad así era, pero ellos se quedaron un poco con la mosca tras la oreja. Ya de regreso, me comentó que para ser músicos amaters, con lo difícil que era meterse e interpretar esa música, no lo hacían del todo mal, le ponían ganas, ilusión y entusiasmo por querer hacerlo bien, y eso ya decía mucho en su favor.

Se va acercando la hora y ya van acudiendo los músicos para cenar todos juntos, como para ir calentando motores y preparando la coreografía y afinar los instrumentos. Se van animando entre ellos:

- Va, que esta noche esto se llena.

- Seguro, esperemos se lo pasen bien.

- Claro, con lo bailarines que son la mayoría.

-Bueno, nosotros también vamos a intentar pasarlo bien.

Estos y otros comentarios los realizaban los músicos, mientras ya se preparaban para hacer su entrada y ocupar el escenario preparado para la ocasión.

Deciros que comenzamos la actuación con los acordes del musical “Cabaret”, y la terminamos con el popular “Valencia” del maestro Padilla, pero la velada tuvo de todo un poco, Pasodobles, Cha cha chás, Boleros, Rumbas, y Marchas Moras. Vamos, era como recordar una de aquellas veladas de los años sesenta en la plaza del pueblo, cuando aquellas orquestas nos traían las novedades musicales de la época, pero esa noche era la banda del pueblo la que nos lo ofrecía, y eso tenía más mérito.

Sinceramente pienso que la velada estuvo genial, por supuesto que estamos para mejorar y lo seguiremos intentando, pero el ver como se levantaban los músicos al solear, la manera que imitaban a las orquestas americanas en sus movimientos y piruetas, es para enmarcarlo y guardarlo en la memoria, y desde aquí, dar las gracias a todos y todas que participaron, para que todos los asistentes pasasen una “Noche de Bailables Inolvidable”.

Siempre recordaré y aplaudiré la ilusión de esos músicos, que sin importarles perder horas de sueño, viajes al pueblo desde la capital, dejar a sus amigos y familias, intentan superarse y hacerlo lo mejor que saben. Gracias y que los Bailables continúen y no paren en Tuéjar.

El Maestro. Serafín Martínez Marz.