JOAQUÍN VAREA

Entrevista a Joaquín Varea. Presidente y miembro de la Banda de Tuéjar.

AGOSTO 2006.

“…Si la gente se acordara de mí la mitad de lo que se acuerda de mi padre ya sería feliz.”

No levantaba ni un palmo del suelo cuando con tan sólo 8 años fue por primera vez a tocar a fallas. Hijo de músico, esposo y hermano de mujer músico, tío de músicos, con mucha probabilidad padre de músico y él mismo con una trayectoria de más de treinta años marcando el paso con la banda de Tuéjar. Joaquín Varea es sin duda uno de los pilares de nuestra banda, además ahora se enfrenta a un nuevo reto: llevar la batuta como Presidente, y nos ha contado sus ilusiones y algunas de sus innumerables vivencias con su compañero más fiel: el saxofón.

¿Qué significa para ti la música y, en concreto la banda de Tuéjar?

La música para mí es un sentimiento y la banda es casi una forma de vivir, significa mucho, van unidas, la música y la banda para mí es lo mismo.

¿Has tenido que renunciar a algo por la banda?

A muchas cosas, ahora no porque cuando eres más mayor parece que va llenando tu tiempo pero cuando eres más joven tienes que dejar muchas cosas para poder estar; dejar de salir un poco con tus amigos, hipotecar tu tiempo en cierta manera para poder estudiar,…

Y por otro lado, ¿qué te ha aportado? Si tuvieras que colocar la música en un peldaño de tu vida, ¿dónde estaría?

Partiendo de que nunca es suficiente la dedicación que le prestamos, a nivel de sentimientos, por supuesto en primer lugar estaría la familia pero la música, aunque también me gusta mucho el fútbol, se pondría por encima seguro.

¿Cuál crees que es el papel de la banda en el pueblo?

Primero creo que no sería una cuestión del pueblo, sino de la gente que integra la banda. Se debería partir de que los músicos estén contentos con lo que hacen y que ayuden a que el pueblo sea algo más grande con música, que el músico se comprometa por satisfacción personal no porque el pueblo tenga una banda, que esta muy bien pero no es el fin.

Y a nivel interno de la asociación, ¿qué parte ocupa o debería ocupar el jolgorio, la diversión y qué peso tendría, por otro lado, el compromiso?

Yo pienso que el compromiso debería ser total porque es algo que uno elige hacer, a nadie no exigen ser músicos y entonces debería ser lo máximo y si además te diviertes no hay cosa mejor que divertirte haciendo lo que te gusta.

Ahora que eres presidente, ¿qué cambios tienes pensados para la sociedad musical?

Tengo muchas ideas pero no se si las podré llevar todas a cabo. No sé, intentar que los músicos estén contentos, que se motiven, intentar hacer actos nuevos, conseguir tocar en el Palau, dentro de nuestras posibilidades claro. De alguna manera, intentar hacer lo que la gente pide, pero bueno con el compromiso de todos, que es la base para todos esos proyectos.

Pensando en positivo, ¿qué aspectos de nuestra banda crees que se deben mantener?

Pienso que el compañerismo que ha habido siempre, sobre todo ahora, más que en otras épocas, debería seguir. Y la unión que tenemos; se propone algo y, a nivel general, la gente responde, se interesa.

A lo mejor lo más popular por tu parte sería organizar viajes, hacer buenas cenas,… Es algo muy demandado por lo músicos, pero a cambio, ¿qué debemos ofrecer nosotros?

Como he dicho antes, el compromiso de querer estar. Que sí, las cenas, los viajes, es algo que todo el mundo quiere hacer pero no tiene nada que ver con la música, eso lo puede hacer cualquier sociedad, la música para mí es otra cosa; es estar, hacer lo que que te gusta y desarrollarlo, y si luego lo puedes plasmar en un concierto, mucho mejor.

Tu padre ha sido una de las figuras musicales más importantes en la historia de la banda. Fue un gran músico totalmente comprometido con la sociedad musical. Suponemos que es alguien en el que siempre te has fijado…

Para mí, mi padre ha sido siempre el espejo. Cuando yo termine mi trayectoria en la banda, si la gente ser acordara de mí la mitad de lo que se acuerda de mi padre ya sería feliz.

¿Sería esa imagen la que querrías transmitir a tus hijos, en el caso que siguieran vuestras andaduras musicales?

Sí, tal cual. Con toda esta tradición musical en tu familia y tú implicación en ella ininterrumpidamente a lo largo de tanto tiempo y esfuerzo, parece que tienes el perfil idóneo para ser un buen presidente… Eso no se sabe, hasta que no pase el ciclo…La gente que quede, socios o músicos, serán los que lo tengan que decir. Intentaremos hacerlo, no yo sólo sino toda la Junta, lo mejor posible.

¿Qué crees que diferencia a un buen presidente de otro que no lo es tanto?

Yo pienso que no hay buenos presidentes ni malos, todo el mundo intenta hacer lo mejor. Porque puedes tener buenas ideas pero que las circunstancias no acompañen o al revés.

Además empieza tu presidencia, siendo tu madre la musa…

Por si faltaba algo (risas). Es la culminación de lo que ha significado la música en nuestra familia, que es mucho.

Probablemente la sociedad está en uno de sus mejores momentos en cuanto a la calidad y cantidad de sus músicos…

Si es verdad. Hay más calidad porque desde pequeños se tienen más posibilidades de estudio, antes, por ejemplo, mi padre que tocaba el clarinete se dedicaba a enseñar al de la percusión, la trompeta,… y ahora cada cuerda tiene su profesor. Por poco que uno quiera esforzarse, tiene todo a su disposición y podría aprender mucho más.

Y con esto, ¿no sería el momento de dar un importante paso adelante?

Se puede intentar, dentro de nuestro nivel claro pero siempre haciendo algo por superarlo. En los años que estemos algo conseguiremos.

Un día a recordar

Hay muchos, la gran mayoría; cuando fui por primera vez a fallas, cuando en cualquier convite siendo un crío me hacían tocar,…Me ha hecho también mucha ilusión que me hayan hecho presidente, me hizo más cuando le hicieron a mi madre musa, cuando fue Marisa también. Son más los días que la música me ha compensado que los sacrificios que he hecho.

A olvidar

Hubo una temporada muy mala, cuando nos quedamos 12 músicos, pasamos de 27 ó 28 músicos un viernes a 12 el domingo, y ahí sí que lo pasamos muy mal, y había que tocar. Fue una época mala, pero se fue superando, con los que quedamos y los que habéis ido entrando. No tiene nada que ver con los más de 40 músicos que somos ahora.

Una obra

Ninguna en especial. Me gusta hacer música, simplemente.

El músico ideal es

Aquel que con su dedicación y esfuerzo consigue lo que se propone. Cada uno dentro de sus posibilidades y aspiraciones. Si lo que pretende es tocar en la banda, que consiga tocar su papel, si quiere ser profesional, pues cuanto más lejos llegue, mejor. Poder vivir de la música es el sueño que he tenido yo pero no ha podido ser.

Intentando conocerte un poco más, cómo persona, ¿cómo te definirías?

Cuando uno se define siempre puede pecar un poco de egoísta, pero en general creo que soy amigo de mis amigos y no soy rencoroso. Es difícil definirse a uno mismo, y lo tiene que decir la gente. Intento ser buena persona, aunque siempre habrá gente a quien no le guste lo que diga o lo que haga, pero es algo que siempre pasa. Por lo menos hay que ser honesto con lo que uno piensa, que no quiere decir que sea lo correcto, ni la verdad.

¿Qué es lo que más te irrita?

La mentira, la envidia. Y además me parece que están muy unidos, porque si alguien te envidia antes te ha estado diciendo cosas que en realidad no son, no es lo que piensa de ti, entonces son mentiras, y así.

Tú mayor ilusión en la vida

Conseguir ser feliz con lo que haga, e intentarlo. Si el trabajo no me gusta, pues buscar algo en lo que esté más a gusto. Estar feliz con mi gente y mis amigos.

La mayor virtud

La nobleza. Que no te digan delante una cosa y detrás otra.

Cómo te gustaría a ti ser recordado en ésta andadura

Como alguien que ha hecho por la banda todo lo que ha podido, ni mejor ni peor que otro.

Para acabar, ¿Qué mensaje enviaría?

Que el que tenga la ilusión de estar en la banda que lo demuestre. Que no sea una afición de boquilla que pasa, que lo demuestre con todo, no sólo viniendo a tocar en los ensayos, también con el respeto a los compañeros, que ayude cuando se le pida…

Joaquín Varea López nació un 7 de enero de 1967. Hijo de Mari (la papelera) y el tío Joaquín, se crió rodeado de sus tres hermanas, Encarna, MªJosé y Paqui. Sus amigos han dicho de él que “es un tío de puta madre, amigo de sus amigos. Todo lo que te podemos decir es bueno”. Y entre su familia es admirado por ser “una persona responsable y muy sensata”.