Interesante artículo de opinión de Vicente Garrido, catedrático de psicología de la universidad de Valencia, extraido del periódico Las Provincias

Fecha de publicación: Nov 22, 2011 11:19:39 AM

La música familiar

A propósito de la próxima apertura de las instalaciones del Berklee College of Music junto al Palau de Les Arts, en Valencia, que sin duda merece ser recibida con alborozo, me gustaría introducir un momento de pausa para comentar por qué hemos de esforzarnos en que las familias puedan seguir mandando a sus hijos a las bandas de sus municipios y a las escuelas de música, públicas y privadas, es decir, por qué es importante que el niño o la niña se sientan en las aulas de las sociedades musicales como en su casa.

El prestigioso College de Boston constituirá la punta de lanza de una excelencia, de una labor paciente que se habrá ido gestando en el amor que las familias valencianas transmiten a sus hijos por la música. Todos conocemos a chavales cuyos padres llevan años tocando la trompeta, o el clarinete, y a los que ahora ellos siguen con el instrumento de su elección. Pero es que estos chicos crecieron viviendo el ambiente de la música culta y popular, jugaron entre los pisos de las sociedades musicales de sus pueblos, y pronto hallaron en su inquietud y gusto por la música un camino sano en el que recorrer la adolescencia entre sus compañeros, los ensayos y los conciertos.

Sé de las penurias de las escuelas de música para su financiación, y no hace mucho las sociedades musicales de los municipios de nuestra Comunitat se quejaban de recortes y de dificultades para mantener su funcionamiento. Yo comprendo que en estos tiempos todos hemos de apretarnos el cinturón, pero es tanto lo que nuestra tierra obtiene de la música que me parece imprescindible no sólo mantenerla, sino potenciarla.

Porque ahorramos mucho dinero con la música. Los chicos desarrollan en los conservatorios y las sociedades musicales el gusto estético, apuntalan la autoestima, aprenden la importante lección que sin disciplina, sin intentar una y otra vez el esfuerzo hasta lograr la meta, nadie obtiene un fruto valioso en la vida. Gozan de unas amistades sanas y se alejan de las drogas y la violencia. Howard Gardner, el eminente psicólogo escolar, incluye el desarrollo musical como uno de los tipos de inteligencia humana que contribuyen a consolidar el buen devenir de la personalidad del niño.

¿Cuánto nos cuestan los actos de vandalismo, el fracaso escolar que mece a los chicos en la apatía? ¿Cuánto perdemos cada vez que un menor no hace otra cosa que fumar porros y desperdiciar su tiempo? No me juzguen mal, no soy un ingenuo: la música no lo arregla todo, pero créanme, constituye un motor poderoso de la salud social, crecer practicando la música introduce harmonía en el espíritu, y enseña el camino a otros ideales. Es la música vivida en la familia cada día la que educa de verdad.

Vicente Garrido. Las Provincias (19-11-2011).